3 de Junio del 2022
Lo que vengo viendo en los últimos años es mucha profesionalización del sector: administradores con más preparación, con más experiencia, con la expectativa de limpiar una imagen de alguna manera opacada del rol. Hay nuevos profesionales que vienen con ganas de dar un salto, con mucho conocimiento en el afán de querer administrar bien.
Creo que en la consideración general se vincula a una falta de transparencia, con poca gestión, con poca comunicación, con poco profesionalismo. El mayor desafío está en poder demostrar, justamente, lo contrario: poder diferenciarse de aquel que realmente no es bueno, que no hace bien su trabajo. Hoy en día cuesta mucho despegarse de esa figura. Hay que demostrar y comunicar continuamente, no solo el día de la Asamblea.
La mejor forma de verlo es entender que hoy los millennials ya están viviendo en su propio hogar. Ese ejercicio nos va a permitir ver cuáles van a ser las necesidades del futuro. Lo que se espera no es solo una comunicación digital, sino que la solución esté a través de una plataforma, que hoy en día ya resuelven todo. Contenido a través de Netflix o Youtube, música a través de Spotify, turismo por medio de Booking o Despegar, comercio se traduce en Mercado Libre. De ahí se desprende que, en un futuro, todo lo que tenga que ver con la Propiedad Horizontal se resuelva en esa misma línea. Incluso, por poner un caso, no es loco pensar que hasta las expensas puedan pagarse con cryptomonedas.
No sólo viene dada por el ser sino también por el parecer. Y tiene que ver con todo: con la transparencia, con la gestión, con la contabilidad, con el mantenimiento preventivo. Es decir, muchas veces se trabaja de la mejor manera, pero falta la pata de poder mostrar lo que se hace. Entonces creo que la demanda viene por ese lado, es decir, mostrar la gestión del administrador. Si hay una persona que cobra un honorario por ese trabajo, que administra el dinero de un consorcio, el conocimiento de lo que se hace tiene que estar: qué estamos haciendo con la plata de las expensas. Contar, mostrar, visibilizar la información. En ese sentido, también se busca lo mismo de los proveedores: que su trabajo sea claro, que tengan una reputación, que uno sepa cómo trabajan, que cumplan en tiempo y forma con lo pautado.
Es ir construyendo la plataforma de la que hablaba anteriormente. Un ecosistema de soluciones para poder resolver todo lo que tenga que ver con una comunidad residencial. Buscamos que el vecino pueda tener experiencias de gestión eficiente. Cuando contamos a qué nos dedicamos, por lo general, la devolución es “no me gusta mi administrador”, “quiero cambiarlo”, “tengo problemas en mi edificio”, “nos peleamos en las Asambleas”. Bueno, “hacer comunidades más felices” es eliminar todas estas impresiones, que todo sea positivo: desde votar un presupuesto, tomar una decisión, pagar, participar, resolver, comunicar. A eso apuntamos, hacia allí vamos.